Las normas y límites se deben entender como una muestra de cariño hacia los hijos, aunque para muchos padres o cuidadores sea difícil de decir NO y mantenerse firmes en el cumplimiento de las normas, pero hay que tener presente que estos grandes hechos son necesario en la formación de los niños y niñas.
Al establecerse límites y normas familiares estamos enseñando a los hijos:
Cuáles son sus derechos.
Desarrollar el sentido de la protección y el cuidado.
Identifiquen que se espera de ellos.
Desarrollar el auto-control y la convivencia familiar.
Identificar hasta dónde puede llegar.
Dar contención, seguridad y protección para enfrentarse al mundo.
Ayudar a mantener la disciplina.
La creación de capacidades o habilidades respetando sus características individuales.
Fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la responsabilidad.
Los límites y las normas en los hijos, aportan a la auto-rregulación, de tal manera que es importante que estas sean coherentes para que el niño o la niña, puedan comprenderlas, respetarlas e interiorizarlas; y que como cuidadores o padres de familia observemos que las normas en el hogar ayudan a generar una estructura donde ellos pueden identificar qué conductas son correctas y cuáles no, y hacer de su cumplimiento algo real y significativo.
Por consiguiente, cuando las reglas familiares se hacen cumplir siempre, la conducta o el comportamiento del hijo mejora, convirtiéndose así los límites y las normas en un recurso valioso para la formación de los hijos y la tranquilidad de los padres y sus cuidadores.
Finalmente tengan presente estas últimas recomendaciones:
Cuando se desobedece una regla, la respuesta por parte de los padres y cuidadores debe ser inmediata, al igual que las consecuencias deben ser claras tanto para los padres como para los hijos.
Tengan presente que las consecuencias deben ser dialogadas con todas las personas que hacen parte de la formación de los hijos (abuela, tíos, en fin… cuidadores) porque en este acto de socialización y trabajo en equipo está la finalidad y el cumplimiento de las mismas.
Los límites y reglas no solo son importantes para la infancia sino para la vida adulta.
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